La televisión está
constantemente formándonos, incluso sin darnos cuenta. Se puede
decir que somos hijos de ella. Nos educa de una manera indirecta y nos crea una
dependencia. Muchos de los programas que sintonizamos en busca de distracción o
información nos proveen exactamente eso: “información”. La
cual recibimos y tratamos no solo como nuestra, sino también como
correcta. No es raro encontrarnos con unas amigas en la mañana y comentar sobre
la pelea tuvieron "Julian y Natacha" en la novela de las 11 o incluso
comentar sobre el accidente que hubo en la carretera entre un camión y dos
autos, donde el culpable era el chofer del camión por manejar a alta velocidad
(cosa que no sabemos si es cierta, pero la tomamos como si lo fuera). La
cuestión es que la televisión o mejor dicho su contenido nos atrae y esto se
plasma en nuestra vida cotidiana, pero ahora la pregunta es ¿quiero actuar
según lo que veo en mis programas? no hay una simple respuesta, lo que si me
queda claro es que hay temas desconocidos que una vez vistos en la televisión
los tomamos como verdaderos, correctos o simplemente como lo “normal”. Por
consiguiente estos programas sin darnos cuenta van formando nuestra perspectiva
sobre diferentes cuestiones, ¿nos educan?. Un simple ejemplo puede ser el de
que una joven de 14 o 15 años que vea una serie en donde todos los jóvenes que
actúan en ella, tengan relaciones sexuales, sean “perfectos” físicamente y sus
padres les den todo el dinero que deseen para gastárselo en ropa, comida,
zapatos etc. ¿Qué nos queda de esto? una chica que constantemente este
aspirando a lo mismo, a una vida "fácil", sin problemas y sin
valores. Tampoco quiero ser pesimista, hay materias en las cuales la televisión
nos educa negativamente pero en mi opinión también tiene muchos aspectos
"salvables". El hecho de que gracias a ella podamos aprender de cosas
nuevas, por medio de múltiples documentales que se emiten constantemente sobre
salud, animales, vestimenta etc., o también informarnos sobre los últimos
acontecimientos que aquejan al país, incluso el ver una película
romántica que nos distienda de los problemas en el trabajo o de la facultad.
Sea cual sea el asunto la televisión nos forma y muchas de nuestras
"nuevas ideas" parten de ella.
Por otro lado es destacable que los contenidos de nuestra televisión
están influenciados en su mayoría por el rating que tiene cada género
audiovisual. Es decir los géneros son importantes si los tomamos desde el punto
de vista que fragmentan a la población y dan a las emisoras de programas temas
específicos que interesan a determinados grupos de la población, pero así mismo
no porque la mayoría de gente mire "bailando por un sueño" hace al
contenido de ese programa rico y peor aún educativo. El meollo del asunto está
en que las productoras necesitan del rating para vender más, y que
lamentablemente la ambición (de dinero) supera las ganas de proveer productos
ricos a una población que se acopla cada vez rápido a la pobreza de contenido
que la televisión nos brinda. Entonces me parece que queda en claro que desde
mi punto de vista, los estudios de la recepción y el rating, son simples
herramientas lucrativas utilizadas para aumentar las ganancias de la empresa y
no para enriquecer sus programaciones. Aun así me parece importante mencionar
que muchas veces este punto de vista puede confundirse con la paradoja de que
la televisión da al público lo que el público quiere ver, y que si ese
contenido no es "rico" es porque el público así lo desea. Bueno aquí
tocamos un punto importante: para mí, el publico "compra" lo que está
acostumbrado a ver y si se confunde con la idea de que es lo que "desea
ver" es porque hemos llegado al punto en el cual lo que nos venden nos
distrae, nos causa placer, nos divierte y por lo tanto es lo único que podemos
aspirar a “querer” ver. Nada peor que terminemos viendo (me incluyo) programas
en los que se muestran situaciones no acordes a lo que creemos, en temas de fe,
política, religión, relaciones matrimoniales, vida, justicia etc. pero ¿qué
hacemos como receptores? nada. Consumimos por el simple hecho de que ya está en
nuestra cabeza planteada la idea de que una serie no es interesante, por
ejemplo, si el novio no la engaña a la novia, si no hay una pareja gay o si no
hay una traición entre amigos etc. Infinitas situaciones en las que el sexo, el
dinero, la violencia y placer son lo que "el público quiere". Un
público que crecientemente se convierte en morboso y frío ante situaciones de
dolor, exceso, miedo, profanación y crueldad.
Estos programas que se emiten se relativizan de manera que "les
gusten a todos" entonces todos terminamos consumiendo “lo mismo”. El
problema tal vez no sea lo que nos dan sino nuestra falta de demanda por algo
mejor.
Me veo en la posición de decir que sí consumo esta televisión y que lo
hago también porque los programas vienen con lo que me gusta y lo que rechazo.
Entonces, lastimosamente, me veo en la circunstancia de tener que estar
concientizando sobre lo que puedo sacar provecho de una serie y lo que dejo a un
lado. Mantengo una posición crítica ante los programas que consumo, lo cual no
considero negativo, sino necesario para todos.
Por otro lado me gustaría resaltar el papel del comunicador social,
aquel que nos brinda noticias. ¿Debo también ser crítica antes las noticias que
considero como hechos reales? ¿Cómo influye la forma en que son dadas las
noticias, si estas nunca son enteramente objetivas?
Las noticias son un caso difícil y extenso a tratar pero para dar una
opinión concreta, me parece que el comunicador debe tratar de alejarse de la
exageración, no debe apegarse a la idea de VENDER noticias sino solo de
COMUNICARLAS lo más objetivamente posible. Si ellos (comunicadores sociales)
son los únicos que nos proveen información y si estas son falsas o exageradas
¿estaría la población viviendo de mentiras? esto es lo que se debe de evitar.
Queremos como ciudadanos de una república vivir en la verdad y demandamos gente
que nos provea información correcta (no verosímil, sino comprobada), gente que
sea de valores y virtudes, no falsa, irrespetuosa e informal. No quiero sonar
exigente y cerrada pero la verdad la nueva costumbre de que los comunicadores
sean gente linda, bien vestida y con buenas cirugías plásticas me pone un poco
nerviosa.
Para ir concluyendo con este tema quiero decir que los comunicadores
deben tener formación y conciencia de los efectos que producen en todo el
público que recibe sus mensajes.
Me gustaría agregar que estoy abierta a comentarios y que como un
profesor una vez dijo: "la unión de ideas diferente nos acerca a la
verdad".
Gracias por visitar mi sitio.